miércoles, marzo 26

Postres de siempre

Foto tomada de aquí.

La Semana Santa ya no es como antes, nuestra sociedad cambia y con los cambios se van perdiendo costumbres y valores. No me estoy refiriendo solamente al sentido religioso de la Semana Santa que cada vez se pierde más en el Perú. También se están perdiendo algunas tradiciones culinarias. Cuando era pequeña mi abuelita hacia algunos postrecitos en casa, decía que era para endulzar el sábado de gloria.

Como olvidar aquella mazamorra morada hecha en casa con su inseparable amigo, el arroz con leche, pero mi abuelita como buena piurana no dejaba de ponerle coco rayado ..... hummm que delicia. Y es que en el Perú tenemos variedad de dulces, recetas modernas e innovadoras, dulces de siempre y dulces de antaño. Que dulces aquellos, aun recuerdo a la salida del colegio solía comprar dulce de tamarindo y sanguito.

El sanguito se ve poco en Lima, pero aun se elabora. Otros dulces de antaño ya casi ni se les ven, se les promociona poco y lamentablemente poco a poco van cayendo en el olvido. No es de extrañar que nuevas generaciones no conozcan ni siquiera lo que es el chumbeque, el ranfañote, los buñuelos, el camotillo y la Revolución Caliente. Otros dulces como los picarones, la mazamorra de cochino, el champús, el turrón, la leche asada, el alfajor, el arroz zambito el suspiro a la limeña aun se encuentran con cierta facilidad en dulcerías y restaurantes. Escapando de esta manera al abandono al cual sus predecesores dulces han cedido.

De todos aquello dulces de antaño, hay uno que viene a mi memoria y es que aun recuerdo el señor que pasa por las noches cerca de la calle de mi casa pregonando “la revolución caliente”, con su lamparín y con su típico “Revolución Caliente para rechinar los dientes, azúcar, clavo y canela para rechinar las muelas ...”.

Si alguien se anima a preparar Revolución Caliente en casa, entonces
aquí encontrará la receta.

Pero ya sabe no olvide su farolito típico amigo antes comer una buena porcion de revolución.

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