Anécdota

Hace un buen tiempo quería compartir con ustedes una anécdota. Resulta que en días anteriores a las fiestas navideñas el tráfico estaba caótico por todas las calles y avenidas de Lima. Un día tuve que ir a Plaza San Miguel para realizar algunas compras y la verdad que tomar un taxi era una verdadera misión imposible. Así que decidí tomar un transporte público, al fin y al cabo no era mucho el tramo que debía recorrer.

Subí a una “combi” que tenia asientos disponibles (los cuales no estaban tan mal después de todo) pero cual fue mi sorpresa al ver en el piso de dicho vehiculo, justo debajo del asiento frente a mí. Había un pedazo de chatarra oxidada el cual mostraba una punta peligrosa (chatarra propia del piso del vehiculo por supuesto).

Intenté con cuidado y la ayuda de mi pie, doblar parte del caucho para cubrir este pedazo de hierro que pudiera lastimar a alguien. Al no conseguir mi propósito le indiqué al cobrador que debería tapar esta zona del piso para evitar algún accidente: pero cual fue mi sorpresa al escuchar la siguiente y singular respuesta:

“No se preocupe señorita, si esta vacunada contra el tétanos entonces no pasada nada”

Como diría Condorito : exijo una explicación.

Nota: Afortunadamente yo si tengo la vacuna antitetánica, pero ¿Qué pasa con el resto del publico que también utiliza este tipo de transporte y en estas condiciones?